Sinopsis
… Y de pronto vine a saber cuánto puede perderse en este mundo cuando una flor cae al agua o una pluma en el campo. Con la persistencia de un perro despistado por alguna maldición olfativa, me dediqué a buscarla en donde se me había extraviado. No sabía a qué sitio golpear, en qué huella de su perfume poner mis narices. El volver a encontrarla comenzó a ser mi bruja interior, a arañarme las entrañas con una prolijidad de uña felina. Durante nuestra vertiginosa posesión, a ninguno de los dos se nos había ocurrido pensar que era necesario un punto de referencia para hallarse en la realidad de un mundo lleno de puertas. La gente que está en todo se intercambia números telefónicos, nombres de calles, de ciudades. Nosotros éramos como los primeros ejemplares de una raza desprevenida y sin mañana. Y mi parte en la invención anárquica me había aniquilado.
Toda la narrativa de Armonía Somers, desde su primera notable novela La mujer desnuda, se va internando cada vez más hondo en esa dimensión oscura y desconcertante de la psicología. Dando a sus creaciones, indudablemente de las más originales de nuestra literatura, la magia del realismo onírico, dentro de las posiciones estéticas más avanzadas del siglo xx.
Clara Silva
… Ese hombre, empleado de una librería, casado, con un hijo, conoce a una mujer que va a buscar libros «raros». Empieza el juego de dos seres horrorizados por el exceso de los olores, de los sabores, del asco ante la presencia de los otros […]. Y le da al personaje un don: el monólogo interior. Esos monólogos sin puntuación son trampas. Al contrario de la deriva y de la arbitrariedad del monólogo clásico, están perfectamente hilados.
Nora Catelli